martes, 9 de enero de 2007

D. Francisco Salto Domínguez

Si pudieran tener los honores de homenaje las mal pergeñadas líneas que yo pueda estampar en este indulgente periódico, de fijo sentiría una verdadera satisfacción; pero téngase en cuenta, suplico el propósito que las anima, y admítase mi incompleta alabanza como grata memoria al ilustre finado que tan imperecederos y gratos recuerdos deja en el amigo pueblo de Rute, quien como él supo ganarse las generales simpatías y estimación de aquel culto y preciado vecindario.

Más de treinta años llevamos de oír las continuas alabanzas que al ilustre Don Francisco prodigaban cuantos cultivaron su ameno trato o necesitaron, de sus preciados servicios, y cómo sus bondades tanto se extendieron, es general el sentimiento que su muerte ha causado en todos los comarcanos pueblos, entre los cuales desea exteriorizar sus sentimientos «Iznájar».

No es posible por falta de datos hacer la biografía de hombre tan preciado, nacería donde fuese, pero sea cual fuere su pueblo natal, puede ostentar orgulloso entre el número de sus preclaros hijos al insigne Don Francisco Salto Domínguez, modelo de honradez y filántropo de condición.

Iznájar le dedica un sentido recuerdo, une su sentimiento al general que hoy embarga al entristecido Rute, y envía a su desconsolada viuda e hijos el más sentido pésame y el testimonio de su más profundo dolor.

Descanse en paz el sabio médico, el esposo modelo, el cariñoso padre y el amigo inapreciable.

A. N.
Iznájar, 30 Enero 1907